Los ánimos andan caldeados en el barrio Kipuzti de Mungia, donde los vecinos se sienten abandonados a su suerte por el Ayuntamiento. El motivo de su malestar no tiene nada que ver con la falta de servicios públicos; está relacionado con un matadero de conejos ubicado cerca de sus casas. La fábrica, según denuncian, emite unos olores «insoportables» y lleva tiempo funcionando de forma «clandestina», «sin cumplir» las medidas correctoras que se exigen a un centro de estas características y «vulnerando» las normas recogidas en el planeamiento urbanístico.
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(Fuente: EL CORREO / 2010-07-29)
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(Fuente: EL CORREO / 2010-07-29)
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