Rusia, uno de los mayores productores mundiales de grano, anunció ayer la suspensión hasta finales de año de las exportaciones de cereales debido a la grave sequía que afecta a este país y que ha destruido ya un 20% de los cultivos."Considero conveniente imponer una prohibición provisional a la exportación de cereales y otros productos agrícolas", dijo el primer ministro, Vladímir Putin, durante una reunión del Ejecutivo. La medida, que era esperada con inquietud desde hace días por los mercados internacionales, afecta al trigo, centeno, cebada, maíz y a la harina de trigo y de centeno, pero no al arroz.
Putin señaló que "cómo se actuará después de diciembre" lo decidirán según los resultados de la campaña de la cosecha, cuyo país exportó al año pasado 21,4 millones de toneladas de grano.
El primer ministro explicó que la suspensión de las exportaciones busca impedir un aumento de los precios en el mercado interno y, al mismo tiempo, mantener en su actual nivel el número de cabezas de ganado. Rusia comunicará su decisión a los otros dos países que integran la Unión Aduanera, Kazajistán y Bielorrusia, y les propondrá que también suspendan sus propias exportaciones de grano.
La decisión de Putin no ha caído en saco roto y los precios de los cereales a nivel internacional ya experimentaron ayer las mayores alzas en dos años, no en vano Rusia es uno de los máximos exportadores de grano del mundo.
En la bolsa europea Euronext los contratos futuros de trigo con entrega prevista para noviembre ascendieron hasta los 228 euros (301 dólares), un aumento del 9 %.
Mientras, en el mercado de trigo de Chicago, el más grande del mundo, el bushel (medida de 27,3 kilos) de ese cereal cuesta hoy 7,7825 dólares, el máximo desde 2008.
Los contratos futuros de trigo para diciembre aumentaron un 60% hasta los 8,155 dólares el bushel. El maíz vio aumentado su precio en un 4,5% hasta los 4,355 dólares por bushel.
Los precios comenzaron a ascender a principios de esta semana cuando el presidente de la Unión Cerealista de Rusia, Arkadi Zlochevsky, sugirió la posibilidad de que las autoridades suspendieran las exportaciones de grano, al considerar que esta medida perjudicaría al prestigio de Rusia como suministrador de cereales.
Los analistas de mercado consideran que el precio del arroz, el cereal más consumido del planeta, también ascenderá en cuanto aumente su demanda.
Expertos rusos opinan que Putin podría haberse ahorrado esa medida, pero que optó por la estabilidad del mercado interno de cereales con el fin de evitar el descontento popular.
Rusia podría aún haber exportado teóricamente más de diez millones de toneladas de grano, pero la sequía no cede y la cosecha podría ser peor de lo esperado.
Rusia, que declaró el estado de emergencia en más de una veintena de regiones debido a la sequía, ha perdido ya más de 10 millones de hectáreas de cultivos, más que la superficie de Portugal.
Por otra parte, Putin anunció que el Gobierno suministrará a las regiones más afectadas por la sequía grano de las reservas estatales acumuladas en los últimos años.
"Se de ayudar a los productores necesitados. Por ello, distribuiremos el grano según la solicitud de las regiones y no a través de subastas", dijo.
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