La agricultura registra en Gipuzkoa un total de 307 desempleados, algo que a simple vista contrasta con el último dato obtenido a nivel estatal: éste sector fue el único en el que el paro no subió, registrando 1.328 parados menos que el año anterior. Son datos que demuestran que la situación de la ganadería y la agricultura del País Vasco no pasa por su mejor momento. Los continuos recortes presupuestarios en el ámbito del medio rural, unido al poco apoyo y las grandes presiones económicas a las que se ven sometidos los baserritarras, hacen que cada vez haya menos empleos de este tipo en el territorio, y que los jóvenes no se vean animados a emprender un trabajo en este entorno.
El pasado mes de junio se celebró una reunión de Juntas Generales (JJ GG) en la que se intentó definir un marco que garantizara el futuro de la agricultura y de la ganadería en Gipuzkoa. Como puntos débiles del sector se citaban la rigidez por parte de la Administración, las malas políticas de ordenación territorial y los altos costes de producción, entre otros. Las conclusiones a las que se llegó en la reunión fueron redactar una reglamentación que permita ir recuperando los suelos infrautilizados, al tiempo que se articularían mecanismos para poder poner esos suelos disponibles para la actividad agraria. Además se apostó por aumentar el apoyo al relevo generacional y estabilizar los precios de los productos.
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